Testigo vivencial. El tronco reposa sus recuerdos, bajo luna llena alimenta los secretos, aguarda mudo la aurora mientras su cabellera teje en sus raíces la palabra del mañana.
Refugio pasajero. Su morada es la tierra, y siendo el espacio su reino, levanta vuelo cuando las condiciones le son dadas, cuando las circunstancias lo precisan.