Acompañada de nubes, la luna en el despejado cielo azul.
¿ Por qué la premura de cerebros infundidos de poder abandonaron aquel cuerpo celeste que iluminna lúgubres noches y complace la fantasía de los poetas?
¿ No es torpeza del hombre explorar el cercano cosmos o en forma lúdica darse a la ciencia proclamando imaginarias falacias sin detenerse en aquellos terranos que hambrientos desean instrucción en la tarea ?
La luna, vedette de los poetas por millones de años, hoy inscrita en mercados futuros.