¿Se hablará del pasado de un árbol devastado o el silencio guardará el grito de la deuda humana?
Sólo él pudo sentir la exfoliación de su corteza, el total despojo de sus ramas y que, convertido en madero expirará en la chimenea. Sólo él podía sentir la privacidad de sus funciones vitales, y sólo la tierra lloraría con él la pérdida de la energía almacenada en su seno. Un árbol muerto por vejez o derumbado por la inclemencia de las tempestades es diferente a los desaparecidos por la torpe conveniencia de los pensantes. Un árbol arrancado de raíz reacciona como el agónico suspiro humano.
Y los brazos que lo derribaron ¿acaso comprendieron el gemido del que formó parte de su subsistencia?