En un determinado momento, la mente de alguien pasea su pincel sobre una superficie avivándola a ser observada. La imagen es objeto de reflexión, discurre en la finalidad de su presencia. Cada uno retiene lo que le conviene, y en encuentro casual el reflejo de su ego, o la sombra que distante acompaña su realidad. Es expresión del pensamiento individual, fuerza invisible de opiniones encontradas donde surge el vaivén fluido de la comunicación, del lenguaje, de la palabra.
¿Es la imagen el fantasma de la palabra?